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miércoles, 12 de febrero de 2020

Twitter





No suelo usar, ni preocuparme de las redes sociales. De hecho no participo más que en eso de WhatsApp porque la familia me tiene metido ahí y se van añadiendo gente que conozco y gente desconocida que como tal sigue sin que les preste atención alguna. Porque para eso está el teléfono, para llamar directamente a una persona y ver si es o no interesante que ese sistema nos mantenga en contacto.

La cuestión es que se me ha ocurrido ver la forma de acceder al sistema Twitter. No deseo dar más datos de los necesarios de mi identidad. Porque entiendo que deben de tener un control de quien use su medio.
El problema comienza cuando se van al apartado de admisión y condiciones, y lían la situación con un sin fin de enlaces que se convierten en un laberinto para el más experto.

Es como si para obtener el carné de conducir le pidieran al conductor, no solo el conocimiento del código de circulación, si no que fuera necesario saber desmontar el total del vehículo que conduce una persona. Es claro esto, se comienza por un libro, unas prácticas y un examen. En ese momento uno puede decir que está dentro de un comportamiento en un medio de transporte. Pero no le exigen pertenecer a tal o cual seguro, a tal o cual asociación de conductores, o a no saber difeneciar una autovía de una carretera con tráfico en dos sentidos.
Hasta aquí, una aclaración.

El tráfico está a la vista. Y Twitter no. Para saber su funcionamiento no es necesario que me obliguen a aceptar apartados desconocidos, que por más que traten de explicar con sus enlaces, no hacen otra cosa que enmarañar las soluciones.

Así que llegado al asunto de la 'privacidad' y entrar en el apartado de ayuda, esta se traduce en esta contestación:


******* Esta es una respuesta AUTOMÁTICA de nuestro sistema de soporte. *******
 

Hola,

Gracias por tu solicitud. Si tienes alguna pregunta sobre la Política de privacidad de Twitter (twitter.com/privacy), debes responder a este correo electrónico para abrir un ticket que procederemos a evaluar. No se leerá ni se responderá ningún correo electrónico que no haya sido confirmado.
NOTA: No revisaremos ni responderemos a ninguna solicitud que no esté relacionada con la Política de privacidad de Twitter. Para enviar otro tipo de solicitudes (por ejemplo, preguntas sobre las cuentas vulneradas, informes de infracción de marcas comerciales, notificaciones de infracción de derechos de autor o preguntas generales de asistencia técnica), deberás enviar un ticket a https://support.twitter.com/forms.
 
Esta dirección de correo electrónico no admite archivos adjuntos; asegúrate de incluir toda la información relevante en el cuerpo de la solicitud.
 
Nuestro Centro de ayuda también es una excelente fuente de información acerca de Twitter y la asistencia técnica.
 
Con respecto a otros problemas frecuentes relacionados con la asistencia técnica, puedes consultar los siguientes artículos de ayuda:
 
 Una maquinita nos dice que es: trágalo o déjalo.
Otra cosa no se desprende de esta contestación. El apartado de 'ayuda' no ayuda a nada.

Mi nombre es el que es. Mi correo es el que es. Y mi teléfono(algo que me parece excesivo, porque se presupone que se debe de tener un móvil 'por narices') debiera de ser suficiente para pertenecer a cualquier club.
Aquí volvemos al asunto de los cookies, donde por ningún lado aparece un apartado para rechazar. Pero sí el de aceptar sin condiciones(la política de cookies te lleva a un callejón sin salida donde tampoco da la opción de 'rechazar'. Y por supuesto, seguir adelante para conocer una 'mercancía' que puede ser buena o mala, y que nos da la oportunidad de no usar y salir, no sin antes haber dejado todo tipo de permisos 'aceptados' para que mi correo y mi teléfono se vean infestados de todo lo que no se necesita).


Esta es una crítica 'constructiva' para un medio que se llama a sí misma 'Red Social'. Y que más se parece a una ficha policial con el apartado de publicidad subliminal en sus acuerdos.

No me extraña que esa red sea el correveydile de todos los ociosos de estos tiempos. Ahí se queda. 
Y gracias por recordarme que, en su día, había abierto un blog con un simple correo y un nombre, amén de un nick.

Si no se pone coto, la privacidad en Internet no existe.

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