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miércoles, 12 de febrero de 2020

Twitter





No suelo usar, ni preocuparme de las redes sociales. De hecho no participo más que en eso de WhatsApp porque la familia me tiene metido ahí y se van añadiendo gente que conozco y gente desconocida que como tal sigue sin que les preste atención alguna. Porque para eso está el teléfono, para llamar directamente a una persona y ver si es o no interesante que ese sistema nos mantenga en contacto.

La cuestión es que se me ha ocurrido ver la forma de acceder al sistema Twitter. No deseo dar más datos de los necesarios de mi identidad. Porque entiendo que deben de tener un control de quien use su medio.
El problema comienza cuando se van al apartado de admisión y condiciones, y lían la situación con un sin fin de enlaces que se convierten en un laberinto para el más experto.

Es como si para obtener el carné de conducir le pidieran al conductor, no solo el conocimiento del código de circulación, si no que fuera necesario saber desmontar el total del vehículo que conduce una persona. Es claro esto, se comienza por un libro, unas prácticas y un examen. En ese momento uno puede decir que está dentro de un comportamiento en un medio de transporte. Pero no le exigen pertenecer a tal o cual seguro, a tal o cual asociación de conductores, o a no saber difeneciar una autovía de una carretera con tráfico en dos sentidos.
Hasta aquí, una aclaración.

El tráfico está a la vista. Y Twitter no. Para saber su funcionamiento no es necesario que me obliguen a aceptar apartados desconocidos, que por más que traten de explicar con sus enlaces, no hacen otra cosa que enmarañar las soluciones.

Así que llegado al asunto de la 'privacidad' y entrar en el apartado de ayuda, esta se traduce en esta contestación:


******* Esta es una respuesta AUTOMÁTICA de nuestro sistema de soporte. *******
 

Hola,

Gracias por tu solicitud. Si tienes alguna pregunta sobre la Política de privacidad de Twitter (twitter.com/privacy), debes responder a este correo electrónico para abrir un ticket que procederemos a evaluar. No se leerá ni se responderá ningún correo electrónico que no haya sido confirmado.
NOTA: No revisaremos ni responderemos a ninguna solicitud que no esté relacionada con la Política de privacidad de Twitter. Para enviar otro tipo de solicitudes (por ejemplo, preguntas sobre las cuentas vulneradas, informes de infracción de marcas comerciales, notificaciones de infracción de derechos de autor o preguntas generales de asistencia técnica), deberás enviar un ticket a https://support.twitter.com/forms.
 
Esta dirección de correo electrónico no admite archivos adjuntos; asegúrate de incluir toda la información relevante en el cuerpo de la solicitud.
 
Nuestro Centro de ayuda también es una excelente fuente de información acerca de Twitter y la asistencia técnica.
 
Con respecto a otros problemas frecuentes relacionados con la asistencia técnica, puedes consultar los siguientes artículos de ayuda:
 
 Una maquinita nos dice que es: trágalo o déjalo.
Otra cosa no se desprende de esta contestación. El apartado de 'ayuda' no ayuda a nada.

Mi nombre es el que es. Mi correo es el que es. Y mi teléfono(algo que me parece excesivo, porque se presupone que se debe de tener un móvil 'por narices') debiera de ser suficiente para pertenecer a cualquier club.
Aquí volvemos al asunto de los cookies, donde por ningún lado aparece un apartado para rechazar. Pero sí el de aceptar sin condiciones(la política de cookies te lleva a un callejón sin salida donde tampoco da la opción de 'rechazar'. Y por supuesto, seguir adelante para conocer una 'mercancía' que puede ser buena o mala, y que nos da la oportunidad de no usar y salir, no sin antes haber dejado todo tipo de permisos 'aceptados' para que mi correo y mi teléfono se vean infestados de todo lo que no se necesita).


Esta es una crítica 'constructiva' para un medio que se llama a sí misma 'Red Social'. Y que más se parece a una ficha policial con el apartado de publicidad subliminal en sus acuerdos.

No me extraña que esa red sea el correveydile de todos los ociosos de estos tiempos. Ahí se queda. 
Y gracias por recordarme que, en su día, había abierto un blog con un simple correo y un nombre, amén de un nick.

Si no se pone coto, la privacidad en Internet no existe.

domingo, 26 de enero de 2014



Los que nos quieren


Eso es lo que se desprende de sus postulaciones y sus fines sociales, pero…

Miren, hoy les voy a hablar un poquito de los sindicatos. Al leer un artículo en el que una persona nos habla de las diferencias que tenemos entre derecha e izquierda y expone sus razones, muy respetables, sobre esta cuestión. Me supongo que su razonamiento surge de lo que se puede leer constantemente en los foros periodísticos y, me supongo que con más fuerza, en esas famosas redes sociales custodiadas por esos defensores del bien que están allende el mar, hacia poniente.

Quiero pensar que sí, que es verdad que hay diferencia entre unos y otros, pero de momento tal parece que de sus actuaciones se desprende una clara intención bipartidista que mantiene a su alcance una alternancia gubernativa. Y les importa muy poco los votantes y los partidos que forman la comparsa que alimenta la algarada que nos ofrecen en el Congreso y en los pasillos de tan egregio edificio.

Pero eso de que se preocupan del pueblo, ni siquiera de sus votantes, ‘nanay’. Y si me dicen que sí, que se preocupan de nosotros, díganme uno solo de los gobiernos que ‘hemos sufrido’ que haya cumplido en un porcentaje razonable, ya que ninguno lo ha hecho al 100%, el programa que han presentado para cada elección. Díganme, también, porqué ha perdido su prestigio el PSOE, y ahora le va a tocar el mismo ‘desprestigio’ a quienes nos mal-gobiernan.



Acabo de recuperar algo de eso que se guarda en un rinconcito de nuestro PC y que no vuelve a aparecer porque esto de los ‘favoritos’ es como una inmensa biblioteca archivada que ya pocas veces se vuelve a sacar a colación, muchas veces porque no somos bibliotecarios avezados. Lo recuperado es del blog del señor Duran i Lleida. En una de sus contestaciones dice esto:

Gracias 'fulanito' y 'menganito' por los comentarios. En Europa falta mucha más Europa es decir más políticas comunes y el euro, por ejemplo, está sufriendo por falta de una política fiscal y económica común.

Lástima que eso de ‘políticas comunes’ no lo aplique a su pensamiento dentro de España y sus autonomías.

Otro forero sube esto que aparece el blog de Iñaki Anasagasti:

"Para mí, los compromisos son decisiones y van al BOE. Hoy os digo, Porque éste es un país fuerte, que vamos a subir las pensiones mínimas por Encima del 6% y llegaremos al Objetivo de subirlas al 25% hasta el final de la legislatura en 2012. Seguiremos subiendo las pensiones Porque la economía y la Seguridad Social lo permite gracias a la buena gestión que está Haciendo este Gobierno. ¿Qué país del mundo crece al 4%, crea más de 700.000 empleos al año, Hace leyes sociales como la ley de Dependencia y se Capaz de tener superávit en la Seguridad Social?. ¿Sabes cual se ese país?. No, no es ni Francia, ni Alemania, ni Suecia. Es el Nuestro, es España y yo me siento muy orgulloso de ello ". Pues lo que está pasando: José Luís Rodríguez Zapatero el 8 de Setiembre de 2008.

El siguiente autor dice ser pensionista, y le recrimina al señor Duran ser ‘responsable’ de la congelación de su pensión con la abstención de CiU en la votación para dicha congelación, y que desde la bancada del PSOE se les aplaude la decisión de abstención.

Me pregunto yo, ¿Quién juega contra quien y quien paga las consecuencias de este tipo de actuaciones entre derechas e izquierdas?

Se permite el señor Durán y Lleida decir que:

"Ciertamente, Zapatero está comiendo con patatas su discurso, (fulanito), y eso me permitirá luego intentar explicar el porqué de nuestra votación hoy"

Y acto seguido justifica haber votado por el bien de España.

¿Es bueno para España lo que está haciendo actualmente? 
Más hipocresía.

Bueno, volvamos al asunto principal de este escrito, que no es otro que ese de las sociedades ‘que nos quieren’ y han nacido para el beneficio del obrero.

Y no voy a hurgar en lo que pasa por el sur, porque si se quiere buscar, cosas parecidas las encontramos en el sur, norte, este, oeste y centro. Una ojeada rápida a los consejos de administración de las dichosas Cajas de Ahorros y vemos que hay responsables de todos los colores. ¿O no?

Todo esto es porque leyendo lo que al principio decía, me recuerdo los primeros balbuceos democráticos desde el mismo momento en que se acabó la dictadura.

Yo trabajaba en el ramo de Artes Gráficas, en una empresa con cierto prestigio y cierta dimensión dentro de las empresas del ramo. Cada año teníamos el mismo problema, el convenio colectivo. Nos lo daban ‘mamado’ (con perdón). No había discusión posible, nuestros ‘sindicatos plurales verticales’ estaban bien plantados en el suelo.
La nueva era política posibilitó la legalidad de los sindicatos. Los apocalípticos surgieron de debajo de las piedras, metiendo el miedo en el cuerpo a todo incauto que se lo creyera. Si no te afiliabas a un sindicato te van a echar a la calle mañana mismo.

Primera reflexión: ¿Qué van a hacer si nos echan a la mitad a la calle?

Uno se paraba a ver la labor que había a nuestro alrededor y era como decir que, si éramos cuarenta personas en talleres, diez más en administración, y echábamos diez horas diarias, trabajos nocturnos, extras de sábados, incluso alguna que otra mañana de los domingos, ¿qué pasaría con los clientes?

La cuestión era clara. Ya comenzaba la estrategia para el futuro de los sindicatos, que no para el futuro de los currantes.

Comenzaron las asambleas , las discusiones, las huelgas, las coacciones. Y la hora de los representantes. Estaba en juego la subvención estatal, y su cuantía dependería del número de representantes sindicales en las empresas. Para conseguirlo valía todo.

Yo ya era una significada oveja negra en la empresa. Era un verdadero dolor de cabeza para el jefe. Le tenía respeto, pero no le tenía miedo. Y solo llevaba dos años en la empresa, pero duré dieciséis, hasta que decidí irme y hacerme lo que hoy llaman emprendedor. Los años de deterioro industrial, el desmantelamiento y las algaradas eran un síntoma de cambio claro para quien quisiera ver.

Volvamos a los delegados sindicales.

Un buen día, por la tarde, se dejan caer por allí unos sindicalistas con la intención de obtener representantes dentro de la empresa para su causa, sus siglas. No recuerdo cual fue el primero, pero vinieron el mismo día los dos principales sindicatos. La gente no estaba por la labor de ser representante de nada. Había tres pisos en la empresa. Yo estaba en el primero, ausente un tanto de quien entraba por los portones de la planta baja. Hasta que por las escaleras veo aparecer a uno de los compañeros con dos personas y se dirigen a mi, me presenta y comienza la proposición. He de decir que, con aquello del miedo, ya bastantes nos habíamos afiliado a uno u otro sindicato, o a otros sindicatos.

Y comienzan explicando las ventajas de ser representante, y de que era una forma de que no te pudieran echar. La oveja negra ya había sido amenazada más de tres veces a agarrarme por el culo y ponerme de patitas en la calle. Con todo y eso, también me habían mostrado confianza como trabajador responsable cuando me ofrecían las llaves de la empresa para sacar adelante algún trabajo que había que adelantar. La frase más alentadora era que a mi no me había que cuidar. ¿Consecuencia de no tener miedo? No. Era porque me sentía responsable de lo que hacía.
Pero alguien se equivocaba pensando que con tanta bronca por delante yo podía ser candidato a sindicalista.

Mi respuesta a aquellas dos personas fue que yo no servía para sindicalista. Mi razonamiento fue que: "al día siguiente de ser delegado les montaba una huelga para que el jefe nos diera ciertas cosas que a mi parecer eran justas" y los compañeros no iban a querer esa huelga. Pero, si hecha la huelga y conseguido el propósito, todo estaba correcto, me pondría al lado del jefe y le preguntaría y propondría varias cosas para mejorar el trabajo, entre ellas, que a unos trabajadores habría que subirles el sueldo y a otros, pocos, habría que echarles, porque esos no eran compañeros, eran rémoras.

¡Qué va, eso no se puede hacer, hay que luchar por los compañeros siempre!

Por eso no puedo ser delegado.

No pasó una hora, y aparecieron los representantes del otro que faltaba.

El diálogo fue el mismo o casi el mismo.

Responsabilidad no tiene color político ni sindical. Política y sindicalismo no dejan de ser dos negocios más en esta jungla en la que nos quieren vender de todo. En la que los más beneficiados tienen que ser sus jefes y directivos más próximos.


Esta sociedad se merece algo mejor.

jueves, 2 de enero de 2014




Los Foros de El País



      Este diario es casi ya una caja de sorpresas. 

      Nacido como apoyo y ensalzamiento de la democracia post-franquista, parecía presentarse ante los españoles con ansias de cambio, como una voz fiable y convincente, explicando a los ciudadanos los acontecimientos políticos que tímidamente se iban produciendo. Pero pronto dejó de ser esperanza de la verdad para convertirse en el negocio redondo. Yo te alabo tus ideas políticas y tu me engordas la cartera: favores prestados.
      No hay como arrimarse al poder. Lo demás es cosas de despachos y de discreción, al menos hasta que las cosas se consoliden.

      Y esa consolidación surgió por el camino de la enseñanza.
Toda una vida estudiando con los libros del hermano mayor y de la noche a la mañana las matemáticas dejaron de ser 2+2 para convertirse en Santillana. Y a la historia le pasó lo mismo, los Reyes Católicos pasaron a ser Laicos, y las ciencias debieron de convertir el H2O en Litrona y la literatura descubrió que había una lengua materna, todo se convirtió en posible Premio Nobel de la cultura nacional. La enseñanza española pasó de ser cosa del régimen a mercantilizarse y politizarse (hoy nos rasgamos las vestiduras por la posible privatización de la enseñanza, pero para mí que eso comenzó a suceder tras descabalgar a Suárez en la transición), y no pensamos en el calvario que tenía frente a sí el estudiante español, agravado en las autonomías bilingües. Y si antes, a los españoles, se les acusaba de poco cultos, ahora han pasado a ser incultos directamente.

      Sí, ya sé que el españolito medio está mejor preparado que nunca, pero solo se le puede dar una calificación de progresa adecuadamente. Lo dicen los informes PISA año tras año, no lo digo yo. A duras penas nos dan un aprobado raspado, o nos dejan pasar de curso para que no nos sonrojemos en exceso.
      Y el negocio del libro nuevo sigue prosperando con un cambio anual. Y si se estanca, se genera un nuevo sistema de estudios que dé cobertura   a los intereses económicos y políticos, y se pasa del Dios te lo pagará al ya hablaré bien de ti que tanto monta. Ya te daré apoyo en tu campaña. Esto me recuerda al episodio protagonizado por una entrevista de Iñaki Gabilondo a Zapatero y su tediosa crispación.


      Así transcurrieron los años ochenta y noventa, de sistema educativo en sistema educativo. Y la enseñanza no mejoraba. Daba el pego, pero ni mejoraba ni mejoró. Todos tenían que poseer un título universitario y progresar, sin saber hacia dónde, pero progresar. Dejó de ser interesante tener un oficio. La formación profesional era un invento franquista sin futuro. Las Universidades Laborales fueron perdiendo su función, donde los mejores profesionales se habían convertido en los mejores profesores, y se fueron reciclando en santuarios culturales, incluso en sedes de alguna que otra televisión autonómica y en sedes de organismos dependientes de formaciones políticas.

¡A las barricadas!... Digo, a los foros, que es lo que procede.

      Porque los tiempos adelantan que es una barbaridad, y la informática, Internet, nos trajo un nuevo sistema de comunicación muy aprovechable en esto de la cooperación participativa, aportando un valor añadido que pronto descubrieron los avispados políticos y sus socios periodistas. Pero, como todo, si no viene impregnado de negocio, no sirve para nada. Las empresas informáticas encontraron un negocio que no podían desaprovechar: las redes sociales. Además de negocio era un control de masas basado en la exaltación del ego de cada uno de sus participantes. Hasta hay quien enaltece su ego para hacer el ridículo, para presumir, para engañar, para insultar, para menospreciar. Incluso políticos se ponen en evidencia con carencia absoluta de civismo. Pocas veces sirven  para cosas buenas, aunque se tengan buenas intenciones, son pocas las veces que estas se llevan a cabo. Estas pocas son loables.

      Los medios de comunicación han visto un filón en esto y pronto abrieron canales de participación, los foros.
Pasamos de Cartas al Director para expresar descontento, quejas o reclamaciones a expresar alegremente opiniones mayoritariamente desacertadas y poco constructivas, aunque de vez en cuando haya un rayo de cordura y razonamiento.

      Los encargados de regular estos foros no parecen gozar de mucha profesionalidad que se diga. Tal parece que los medios no se esmeran en buscar personas cultas y conocedoras de cosas que sí parecen conocer ciertos participantes. Y, claro, cuando algún moderador se encuentra de bruces con alguna materia que desconoce su incultura le lleva a censurar el desconocimiento. Teniendo y acumulando varias de esas anécdotas voy a narrar la primera que me sucedió a mi mismo un lunes cualquiera de hace un par de años por lo menos.

      Resulta que por aquel entonces no había restricción en la exposición de vídeos y fotografías. Luego las cosas se torcieron y ya sabemos la situación actual.

      En una de las noticias estrella sobre un tema cultural, uno de estos ilustres moderadores se quiso hacer protagonista y se convirtió en censor modosito ante una foto de una chica seductora tumbada sobre un sofá. La pose se las traía, hay que reconocerlo, pero el puritano censor no hizo consulta alguna sobre la procedencia de la foto, se limitó a borrar sin más. Iba acompañada de un poquito de texto aludiendo al tema cultural.
      Cuando vi con sorpresa la falta de mi opinión y expresé mi extrañeza por la anulación de esa opinión se me ocurrió preguntar el por qué. No hubo respuesta, y como seguía considerando injusticia volví a la carga a sabiendas de que el texto no podía ser la causa de la censura, le hice ver al susodicho moderador metido a censor que aquella bellísima fotografía formaba parte de un artículo de la portada del domingo, y que si consideraba que no debía de estar formando parte de mi opinión, también debiera de considerar hablar con la dirección para obtener de ellos la censura en la noticia que ilustraba.

¡Sorpresa!

      Mi opinión subsistió a la censura y la foto se quedó con la opinión.

      Una chorradilla, pero como esta hay kilos de ellas que los moderadores tienen en su haber diariamente: desconocimiento y falta de cultura.

      Si no saben de fotografía, te las borran. Si no saben de música, te lo borran, sea foto sea vídeo sea texto musical. Si no saben de idioma raro, te lo borran salvo que sea autonómico. Si no saben telegrafía, te lo borran.
      Falta de cultura.

¡Ay, amigo!

      Si se trata de un provocador nato dedicado en exclusividad a destruir opiniones ajenas contrarias a su ideología, vemos como palabras que son simples calificativos se convierten en insultos gracias a la acusada mente cultural desarrollada por los moderadores que sacan a pasear su ego y ponen en evidencia una clara aportación a la causa.

      El diario que nos comenzó con un estricto control de las opiniones, siendo muy rígidos con los que eran críticos con el amigo político. Pocas veces se aceptaba un alias, se hacía necesario nombre y apellido. Hasta que los foreros se dieron cuenta que eso de identificación era un mero formulismo. Hoy, ni Pedro es Pedro, ni fulano es tal y tal.
      Ahora mismo, en la actualidad, el sistema de participación está tan prostituido que, aprendida la trampa, los mal llamados moderadores son irrelevantes. No moderan nada y están convertidos en censores, que hacen más caso de chivatos y mala gente, que tienen como único fin provocar al incauto que, aunque no expresando nada diferente a ellos, son censurados, incluso vaneados, y quedan impunes las provocaciones.




      Es un gran dilema, como el de Zapatero.
Sabido es que los clientes publicitados atienden al número de lectores, y que estos son proporcionales a las intervenciones en los foros, últimamente bombardeados con publicidad incipiente sin petición alguna y nada efectivo para el lector al convertirse en molesto.

      Ni Defensor del Lector ni historias de moderación.

      Siendo niño, un amigo de estudios tomó el camino del periodismo. Con el tiempo seguimos coincidiendo en vacaciones y hablamos irremediablemente de estos temas. No somos ajenos a la sociedad.
      Desempeñando su profesión en un diario regional en el que yo participaba en los comentarios, comenzamos a interactuar en varios temas. Me abrió los ojos a ciertos sistemas en los temas que seguía en aquel medio hoy desaparecido, para regular y aumentar las opiniones de los lectores.
      ¿Nunca se han preguntado por qué hay noticias importantes y serias que están relegadas por otras superficiales que se convierten en concurridas y polémicas?
      Ahí es donde interviene  el sistema necesario que cada medio conviene en sus reuniones de jefes, jefecillos, encargados y opinadores principales que, a modo de cadena de favores van marcando el camino a seguir.

      ¿Alguien sabe los méritos necesarios para desempeñar la función de moderador?

      Yo, no.
      Mejor dicho, sé lo que el amigo de infancia me ha querido decir, no lo que no puede contar. Pero no es muy difícil de comprender.
      Un moderador, censor, debe de ser obediente y dócil al poder. Moldeable y moldeable. Y si defiende la causa ideológica, perfecto. Ya puede disponer de lo necesario para ir discriminando y haciendo amigos entre los foreros afines a la causa sin que se note en exceso. Hasta puede construir un multi-nick, defender ultras y defenderse a sí mismo.
      Esto último me recuerda que en un principio había una persona que insistía en esta cuestión de estar en los foros con varios alias. Se supone que era su propia experiencia. Hoy día sigue molestando a todos con uno de los nuevos alias que tiene que usar cada vez que le quitan el anterior. Lo que no se sabe es cuales otros son los que utiliza como provocador. Pero tiene quien le ayuda y lleva otro número aproximado de alias, nicks, apodos o lo que quieran llamar.

      Y si se tiene en cuenta que hay propios periodistas y algún que otro político que, en cuanto se dan cuenta que deben estar de incógnito, se montan su propio sistema.

      El nuevo sistema nominativo que trata de implantar el diario pretende terminar con el anonimato de los nicks. ¡Qué ilusos!
Salvo honradas excepciones, todos pueden utilizar el nombre y el apellido que crean conveniente, a modo de seudónimo.

      Si un correo se puede abrir con el nombre que cada cual tenga a bien inventarse, ¿Cuántos correos y nombres se pueden usar en el nuevo sistema?

      En cierta ocasión el Defensor del Lector me confesó la impotencia que sentían para acabar con estas cosas y que esperaban el buen hacer y el sentido común de los participantes.

      Con este panorama, y desprendido de mi alias por iluso, aprendida la lección, me procuré otro creyendo y esperando respeto. Y como no las tenía todas conmigo, me procuré otros seis alias más, de los que uso asiduamente tres y me reservo los tres restantes. Los provocadores no me pueden asociar al primer Nick, lo que hace de lo más agradable mis intervenciones.  Y eso que con el primero no se proferían insultos. Pero molestaba que no me dejara magrear y que no opinara con ideología afín a la suya sin con ello defender a los contrarios.
      También me he dedicado a abrir correos en los principales servidores utilizando diferentes nombres. Ningún problema.

      Como ha quedado dicho, censor y moderador no son lo mismo. A los censores su ignorancia les delata. A los moderadores la ignorancia les sirve para informarse y acumular conocimientos extra a su saber.

      Les voy a hacer una pregunta a los responsables de los foros de El País, incluyendo al defensor del lector. ¿Son inamovibles los apartados de Más  opciones para notificar irregularidades a los moderadores/censores? Supongo que no. La informática lo puede casi todo. Si no se mejora es porque no se quiere. Ni siquiera para mejorar resultados.

      Últimamente las informaciones y contra-informaciones sobre los resultados económicos de ciertos medios van saltando de noticia en noticia. Las componendas sociales-políticas-económicas pueden dejar con el culo al aire al más plantado.

      ¡Cuidado! La inoperancia de la derecha y de la izquierda puede abrir la puerta a extremismos. No se puede pensar exclusivamente en…

El País, en todos estos años, no ha arreglado la economía, la sanidad, la educación, la sociedad de este país. Ni la política, ni el sindicalismo, ni la iglesia. Ni sus propias arcas. Los Eres siguen presentes.


PD.- Hoy mismo hay una considerable crítica por parte de los foreros por el deficiente funcionamiento del sistema y por la permisividad de los provocadores.  

sábado, 16 de noviembre de 2013


¿Por qué fracasa el socialismo? 


Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca 
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.



      Quise comenzar con esta poesía de Machado porque me parecía muy apropiada para traer aquí algo que recordaba haber leído hace tiempo.

      Esto es que estaba leyendo a un señor que recordaba, a tenor de la crítica al actual gobierno del PP por el mal hacer de este, que en su día ya el PSOE pasó por es mismo dilema, dilapidar una mayoría con riesgo de ir a parar a la oposición. Todo puede suceder.

      La mayoría que Felipe González consiguió fue ilusionante para el sector de la izquierda en general y para el socialista en particular. Tal pareciera que iban a poder cambiar el rumbo, el camino, que el mundo llevaba en aquel momento. Toda una ilusión truncada porque la realidad nos trae de nuevo al camino que nunca deberíamos haber perdido de vista.

¿Y por qué ese camino se nos traspuso si todo eran parabienes para conseguir metas superiores?

      Pues que en el camino nos hemos tropezado con gente no muy buena compañera para hacer ese recorrido. 
      Nos pudo el ego, la prepotencia, la vanidad de creer que nadie podría hacer sombra a una mayoría absoluta. Y nos ayudaba Europa. O mejor decir, el socialismo se creyó ayudado por Europa. La CEE parecía estar al servicio del gobierno con las ingentes cantidades de dinero que llegaban de Bruselas la sociedad española mejoraría considerablemente. Aún recuerdo aquellos enormes carteles amarillos y azules con la banderita europea de las doce estrellitas y las grandes letras FEDER.

      Todo eso hubiera sido posible si dos grandes inconvenientes no se hubieran unido para llevar la contraria al socialismo de Felipe González
      El primero de los inconvenientes fue que Europa dio las órdenes de desmantelar la industria española, y la desindustrialización se convirtió en un caos y en una desgracia para el obrero. 
      El segundo inconveniente fue que se tropezó con personajes que consideraron hacer trampas para mejorar sus posibilidades, y surgieron los antecessor del Bárcenas actual. Los que se adueñaron de aquella actualidad fueron los artífices de Filesa, Malesa y Times Sport.



      Dicho lo anterior voy a exponer el porqué de lo que el título de este artículo quiere decir, y no es otra cosa que lo que decía recordar con lo recogido hoy mismo en la lectura de las opiniones vertidas en un foro por una de esas personas que parece se le va la vida en sus apreciaciones en defensa de sus ideales, y que no tienen en cuenta que se pueden convertir en los principales culpables de los males de sus propias ideas. Con amigos así, no son necesarios muchos enemigos. ¿Lo tendrán en cuenta los partidos políticos?

      Parece que no se dan cuenta. La defensa del amigo no está en defenestrar a los contrarios en su totalidad. Generalizar no acarrea justicia, máxime cuando quienes generalizan de ese modo suelen escudarse en que no todos los políticos son iguales. ¿Pero es que todos los buenos están a su lado y todos los malos son del vecino? Va a ser que no.

      Y ahora es precisamente el vecino el que lo lleva crudo. 

      A los anteriores, los socialistas, de la mano de Zapatero les ayudaron un atentado y una guerra que apeó a los actuales del poder. Y tal parecía que soplaba el viento a favor, y surgieron aquellas palabras ingeniosas y alegres de un presidente que nos llevaba por la Champions League, le echaba el aliento a Sarkozy, e invertía alegremente el dinero del ladrillazo hasta que este se convirtió en el mal de la crisis de los españoles, aunque yo creía que la crisis había llegado de América, sus bancos y sus especuladores.
Por cierto, del dinero del ladrillo no he oído de nadie del mundo de la izquierda que se haya retenido en absoluto en poner a buen recaudo los beneficios de las tasas y los permisos de construcción y urbanismo de las distintas ciudades y pueblos de la piel de toro. ¿Saben de alguno que renunciara a ello?

      Y llegó la crisis. Y la adjudicación de la culpa. Pero del dinero de ese asunto, mejor no hablar.
      Y de las Cajas de Ahorros tampoco vamos a hablar, para no poner nombres y apellidos a todos los políticos y sindicalistas que guardaban silla en los consejos de administración. Baste con saber que los directivos se lo han llevado crudo y seguro que todos eran de derechas. Un gobierno fuerte lo hubiera sido hasta el final, sin adelantar elecciones por la crisis y sin ir perdiendo ministros como si de un árbol caducifolio se tratara.

      Ahora le toca el turno al PP. Llega al poder con el desgaste del PSOE y con la intención de demostrar que son capaces de ello, de terminar con la crisis. Pero es dura de roer y terca de convencer. Europa vuelve a mandar directrices nuevamente para meter en España el dinero que se necesita, y se lo dan con la misma fórmula que le dieron a Felipe González. La diferencia es que esta vez no hay desindustrialización, hay recortes. 

      A la debacle de la derecha se le suma su mal hacer en la gestión, sus mentiras electorales, la financiación ilegal, aun en fase judicial y el mal carisma de Mariano Rajoy que, junto con las malas actuaciones de varios de sus ministros, aunque no haya remodelación alguna de gobierno, todo ello les aboca a perder su absoluta mayoría. La suerte que tiene esta desastrosa derecha es que ni con esas parece que el PSOE tenga opciones de mejorar, ya que no ayuda Andalucía y sus EREs, nada ayuda Cataluña y su PSC, y tampoco ayuda en nada la ambigüedad y el engaño de Javier Fernández a sus socios de gobierno. Todo ello junto con la cerrazón de Rubalcaba de sentirse imprescindible a su partido hacen que las encuestas no les sean favorables. El socialismo no levanta cabeza.



      Y por estos, por todos estos es por lo que he recordado una clase práctica de por qué fracasa el socialismo.

Universidad de Texas - TECH


   
Un reconocido profesor de economía de la Universidad norteamericana de Texas, Texas Tech University, alegó que él nunca había suspendido a uno de sus estudiantes, pero que, en una ocasión, tuvo que suspender a la clase entera.

Cuenta que esa clase le insistió que el socialismo sí funcionaba, que en este sistema no existían ni pobres ni ricos, sino una total igualdad.

El profesor les propuso a sus alumnos hacer un experimento en clase sobre el socialismo: Todas las notas iban a ser promediadas y a todos los estudiantes se les asignaría la misma nota de forma que nadie sería suspendido y nadie sacaría una E (excelente).

Después del primer examen, las notas fueron promediadas y todos los estudiantes sacaron B. Los estudiantes que se habían preparado muy bien estaban molestos y los estudiantes que estudiaron poco estaban contentos.

Pero cuando presentaron el segundo examen, los estudiantes que estudiaron poco estudiaron aún menos, y los estudiantes que habían estudiado duro decidieron no trabajar tan duro ya que no iban a lograr obtener una A; y, así, también estudiaron menos. 

¡El promedio del segundo examen fue D! Nadie estuvo contento.

Y ya cuando se llevó a cabo el tercer examen, toda la clase sacó F: ¡Suspenso a todos!

Las notas nunca mejoraron. Los estudiantes comenzaron a pelearse entre si, culpándose los unos a los otros por las malas notas hasta llegar a insultos y resentimientos, ya que ninguno estaba dispuesto a estudiar para que se beneficiara otro que no lo hacía.

Para el asombro de toda la clase, ¡todos perdieron el año! Y el profesor les preguntó si ahora entendían la razón del gran fracaso del socialismo.

Es sencillo; simplemente se debe a que el ser humano está dispuesto a sacrificarse trabajando duro cuando la recompensa es atractiva y justifica el esfuerzo; pero cuando el gobierno quita ese incentivo, nadie va a hacer el sacrificio necesario para lograr la excelencia.

Finalmente el fracaso será general. 




martes, 1 de octubre de 2013



Opinando de opiniones


      Un día más leyendo la prensa que nos aduce con su forma de informar que, a veces, más parece que opinan y prolongan su página de opinión al conjunto de las noticias. Esto se traduce en que hay quien aprovecha que el Pisuerga..., y van y te sueltan el prejuicio contra el político de turno. Les preguntas, les consultas y el empecinamiento aumenta, pero explicaciones no hay.


      En un diario de los que ojeo cada día había una noticia-opinión en la que otro lector entró al trapo y en dos líneas despachó su forma de ver lo que allí se contaba. Se me ocurrió preguntar y no conseguí respuesta.


¿De qué estás hablando, de política o de economía?

Los problemas de Novagalicia vienen de lejos, de la manipulación que ha sufrido Caixanova y Caixagalicia en su fusión, que obedecía más a cuestiones políticas que a intereses económicos. El resultado está en el problema que tiene con las preferentes, un problema que ha sido alimentado estando en su interior PPdeG, PSdeG y BNG como consejeros. ¿Consejeros de qué? Si en su mayoría no sabían hacer una O con un canuto y se liaban al pagar cuatro cervezas con los cacahuetes correspondientes de pinchito.



Esta gente se ha pegado desde el principio por fusionar la banca gallega con la intención de hacer una 'Banca Nacional Gallega', que ya las iniciales lo dicen todo. Les interesaba más la política que la economía, y para eso no han dudado en engañar a sus mayores con lo buenos y lo ricos que iban a salir todos con las dichosas preferentes.No insistas (fulano) en tu crítica a los populares, y extiende esa responsabilidad al conjunto de 'todos' los políticos gallegos. 

Por tu expresión:..."de la que pasta la castuza política por aquellas tierras"...queda claro que sabes poco de lo que pasa por Galicia, y te interesa más hacer uso de la crítica fácil contra el PP, que lo merecen más por todo lo que pasa en el conjunto español que por una parte en la que tu, partidistamente, tratas de opinar.

      No solo se lee la prensa, si no que uno se da una vuelta por blogs amigos y otros que no lo son tanto, y en uno que se frecuenta a diario porque el interés por lo que ahí se dice me ha hecho recibir por correo todas sus entradas, he visto que, cuando escasean los Bárcenas de turno, los Rubalcaba y los Rajoy con los que calentarnos la cabeza, bueno es aprovechar lo que nos ofrece el último encuentro futbolero de los dos equipos de la capital, eternos rivales ellos, para soltar cositas que sigan con la 'calentura' cerebral, no vaya a decaer el enfrentamiento al que nos someten un día si y otro también.


      Digo esto último porque no solo estamos por estos pagos los que tenemos una inquietud social, los que queremos participar de este entretenimiento semigratuito que nos ofrece Internet y los que quieren dar su opinión de lo que acontece apartados de los medios de comunicación que van teledirigidos en su apreciación ideológica sin importarles mucho lo que significa 'información'. En este caso el blog es de un periodista, pero también los hay de políticos con mayor o menor fortuna en su quehacer.

Hay que tumbar al rico para que el pobre tenga ¿qué?

Las reglas del juego son las que marcan el deporte. Pasa en todos los deportes, no solamente en el fútbol. Cualquier otro deporte se mueve por el dinero, quien más tiene más puede hacer. El deportista va prosperando y superando barreras según sus cualidades van mejorando. Pero para algunos parece que el que algunas personas puedan prosperar como deportistas les viene mal y se lamentan de que en tiempos de crisis esos personajes se libren y pasen por ricos por dar patadas a un balón. Pero es que eso lo pueden hacer ellos, todos los que sacan a relucir el complejo de segundones para practicar el deporte.
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"No se puede mantener la exhibición del gasto como hacen el Madrid y el Barcelona, y por extensión profesional, los demás equipos mientras la mayoría de la sociedad sufre la catástrofe de la crisis"
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¿Y por qué? Pregunto yo.

Es como pensar que un periodista no pueda subir a un avión y ejercer como tal por que otras personas no tengan para una simple bicicleta. O que otro no pueda tomar una caña con una tapa de jamón o unas simples aceitunas por que en la esquina hay otro infeliz que está sobre un cartón sentado en el suelo. 
Ya puestos a ello que se pare la poca actividad económica hasta que no se termine la crisis actual. 

Así le hacemos un monumento nacional en cada ciudad aprovechando la abundancia de estatuas retiradas a ese profesor de universidad norteamericano que les demostró a sus alumnos lo que significa unificar a todos por igual al sumar todas sus notas, hallar la media de todas y poner la nota igualitaria al conjunto de la clase. Ni que decir que no había ni un tonto que no estuviera contento. Esto en la primera nota trimestral. Cuando llegó a la nota final la cosa cambió, hasta los tontos estaban enfadados porque los listos no habían estudiado lo suficiente para ellos aprobar. ¿Y los listos, como estaban los listos, los que se esforzaban y aprobaban con la gorra? Pues no voy a decir hasta donde estaban del experimento igualitario por que se entiende por todos.

Yo no puedo tomar un avión e irme a Cuba de vacaciones porque soy un simple obrero, pero no por eso deseo que no puedan ir los que tengan dinero suficiente, por que no les deseo daño alguno a todos los empleados de aeropuerto, ni taxistas, ni fábricas y vendedores de maletas, ni a los constructores de aviones, ni luces de señalización, ni controladores, ni tiendas,... ni restaurantes,... ni agencias de viaje, hoteles, guías turísticos,... y así hasta el infinito.

Entiendo que de fútbol solo sepa llevar a su hijo a disfrutar con gran ilusión de dar patadas a un balón y que se crea que la economía del fútbol se basa en la aportación de Florentino Pérez con el ladrillo a las posibles especulaciones. Pero también comprendo que el periodismo es la especulación de la noticia por encima de la información en innumerables ocasiones.. Y no por eso me parece que yo tenga que pretender que el periodista deje de ejercer su profesión en vez de dedicarme a entender quien ejerce la profesión y quien es el que especula con la noticia que no es noticia pero que ayuda a vender la noticia como si de información se tratara. 


      Y como hoy tenía ganas de poner algo aquí, he preferido hacer una de mis
opiniones a otras opiniones, en vez de echar mano de las cosas que
voy recopilando para las siguientes ocasiones.

domingo, 18 de agosto de 2013



Somos o no somos 

      Pues ni se sabe. 
      Si oyes a unos, somos. Si oyes a otros, no somos.

      Y como no se ponen de acuerdo, lo que sí seguimos siendo es 'cainitas' que gozamos, o al menos eso parece, con el daño que se le puede hacer al hermano. Porque mucho alardear de convivencia, talante, diálogo, encuentro, unidad y cualquier cosa que supusiera un acercamiento de posturas. Todo esto de cara a la galería, pero de puertas adentro tal parece que los que desean el enfrentamiento ganan por goleada. ¿Y quienes son los incordiantes internos? Los de siempre otra vez, los que ven en peligro su silla y su protagonismo. Total, somos una buena cantidad de tontos los que les hacen/hacemos caso, los que votamos con locura propuestas partidistas que nos llevan por el camino oscuro al enfrentamiento mantenido históricamente y que no somos capaces de desprendernos de ese ridículo enfrentamiento que solo olvidamos, momentáneamente, cuando la desgracia llama a nuestra puerta, cuando la naturaleza nos recuerda que somos una mera comparsa en su casa y que si no colaboramos estamos condenados a la desigualdad. Una desigualdad que se olvida en el momento que nos creemos superiores por ideología o por economía. No podemos agregar a esa ideología y esa economía la razón de la fuerza, la que nos daría la fuerza armada, las armas que asustaran al vecino, al hermano.

      Toda la historia está plagada de acontecimientos sangrientos para conseguir lo que tienen los demás. Todo ha sido una especulación constante de alianzas entre países. Las ha habido, las hay y, desgraciadamente, las seguirá habiendo. 

      Hay muy buenos libros que nos hablan de las civilizaciones anteriores a nosotros, y hay otros que se centran en alianzas políticas y armamentísticas. De guerras calientes y de guerras frías. Pero no nos sirven para aprender y razonar lo que políticamente nos quieren hacer ver. Los intereses políticos están por delante, muy por delante, de los intereses sociales. Y picamos. Porque la cúpula económica mundial así lo desea, nos manejan como quieren, y picamos. Protestamos mucho, pero picamos.

      Todo lo que acontece en la actualidad es por motivos económicos. Y lo que debiera ser social se convierte en económico porque así lo deciden los especuladores de turno. La desgracia es que nosotros mismos ayudamos por los despistes propiciados por los políticos al servicio de la élite económica mundial a seguir la senda del cainismo, la senda de seguir enfrentados entre hermanos.

      Tenemos ante nosotros un acontecimiento que se está convirtiendo en cíclico, y los cainitas de turno comienzan a ver tal cosa según el color con que lo miran, olvidando que mañana tendremos que volver a convivir.
      Aquellos que aprovechan este acontecimiento para medrar y pretender arrimar el ascua a su sardina puede que consigan un éxito temporal, pero que olvidan el mañana. Solo cuando les recuerdan ese enfrentamiento entienden que hay quienes tienen una visión distinta de tal acontecimiento y comienzan a ver como culpables a quienes no piensan del mismo modo que ellos expresan.

      ¿Y quienes tienen la razón? Pues aquellos que consigan imponer la fuerza de la razón por encima de la razón de la fuerza.

      Estos días tenemos un acontecimiento que hasta los diarios de turno nos exponen como sus razones, que no son otras que intentar llevar a su terreno político sus respectivos puntos de vista. Nos cuentan sus historias y nos hablan de organismos internacionales que intervienen en el acontecimiento, pero que quedan en ridículo ante la opinión pública, la misma que habla de esos organismos cuando alguna resolución les favorece, pero que los niegan cuando esos mismos organismos no les son favorables. Se crearon para solucionar problemas, pero solo consiguen alargar esos problemas e incluso agravarlos.

      Se nos habla de fechas históricas que son el inicio de esos problemas. Los que crearon esas alianzas políticas que buscaban una imposición de su estrategia geopolítica y que pretenden mantener aún en la actualidad con la ayuda de la razón de la fuerza. Una razón que, cuando choca con otra superior, se diluye como azucarillo en el agua y busca sin demora una solución que no les cause problemas.

      En la historia de la humanidad los Imperios van y vienen, no se detienen. Porque si eso sucediera, si un Imperio se impusiera, no hablaríamos más de la 'fuerza de la razón', la razón sería la que se impondría por el Imperio que ejerciera la fuerza.
Esa fuerza es la que se impone en la actualidad en España, pero como nos entretiene mucho más el cainismo que la fuerza de la razón, y nuestros dirigente van por libre del mismo modo que lo hacen los que pretenden ser dirigentes, y nosotros, el pueblo llano, se lo permitimos porque no queremos ejercer la fuerza de la razón, pues así nos va.

      No hace falta esfuerzo costoso para ver esto dando un paseo por los distintos medios, tanto locales, nacionales o internacionales. Y por si fuera poco estamos nosotros, los cainitas, los que gozamos exponiendo puntos de vista políticos por encima de los sociales. Blogs y foros echan humo tratando de imponer su punto de vista, que no es otro que aquel que ven representado por su padrino político. Y los que se quieren apartar de esos seguimientos se convierten en leprosos para esos que opinan cosa contraria a la de ellos. En ese momento me viene a la mente la publicidad del tabaco: El tabaco mata. Y rápidamente pienso en otra buena publicidad preventiva para acabar con el cainismo: La ideología mata.
Si prevenimos los accidentes y las enfermedades ¿porqué no prevenir la ideología que mata?

      No he mentado ni nombres ni regiones ni países ni políticos ni persona alguna, ni siquiera una ilustración que prefiero guardar para más adelante, pero todos saben/sabemos de qué y de quienes hablo.

jueves, 27 de junio de 2013



SOLO NOS QUEDA EL AIRE


      Leyendo blogs amigos,  uno de ellos me recordó partes esenciales de los recursos naturales por los que pagamos, no el uso y disfrute de esos recursos, si no la explotación de esos recursos en detrimento de los verdaderos dueños. El pueblo.

      Pero...  Siempre hay un pero en una misma verdad. Siempre habrá colores y flores para hablar de gustos.

      Quiero decir que, en ese enumerado de 'acasos' expuestos aquí, siempre se podrían discutir, menguar y aumentar.




      Este último fin de semana pude disfrutar (parcialmente) de un pequeño descanso que me llevó a estar en contacto con la naturaleza y los pequeños pueblos de montaña. Contemplaba el caudal del río y los embalses que recogían ese caudal. Los dos tienen el cometido de producir energía que pagamos religiosamente a unas empresas que tienen un tinglado montado con la administración para esquilmar los bolsillos de los ciudadanos. Y nos dicen que tenemos que ahorrar agua en nuestras casas. ¿Por qué? Si el agua no se retuviese ni en los embalses ni en nuestras casas, seguiría fluyendo libremente hasta el mar como corresponde, como siempre. ¿Y quién ahorraría agua si esta fluyera libremente, la naturaleza?




      
      Más bien lo que se debería de pensar es en no contaminar el agua que utilizamos, y no en un ahorro en el que no se influiría si se dejara actuar la naturaleza. Ahorro en zonas donde el volumen de agua existente es pequeño en comparación a la población, sí parece necesario. Pero no por el consumo humano, si no por la falta del agua necesaria para esa población. Se puede pensar en una optimización del uso que se da a ese volumen existente, pero el ahorro es pasar necesidad o, por lo menos, tener distinto concepto de lo que es ahorro y necesidad.

      En realidad, la administración está más interesada en los impuestos de ese consumo que  en la optimización para el beneficio de los ciudadanos.

      Si pensamos en el dinero de los ciudadanos depositado en los bancos, nos sucede lo mismo. Es más rentable cobrar por la gestión de sus depósitos en vez de premiar esos ahorros. Nos dedicamos a criticar la actuación de los bancos frente a los ciudadanos y no prescindimos de nuestras tarjetas bancarias ni nos negamos a seguir recibiendo 'gratuitamente' esos plásticos abominables que nos condicionan nuestras vidas.




      Trasladamos ese mismo sistema a la circulación automovilística y nos sucede lo mismo, pero más sangrante,  si se entiende que se especula con las vidas y la seguridad de las personas buscando exclusivamente el beneficio que proporcionan las cuantías de las infracciones de un código de circulación orientado a una satisfacción económica y no a una seguridad de las personas. Piensen en las autopistas alemanas y su sistema de control de velocidad y no en ocultar los radares que, claramente, están orientados  a sorprender a los conductores. Estos pierden su atención en la carretera para centrarse en sus cuentakilómetros. ¿A esto le llama ‘seguridad’ la administración?



     
       Hace aproximadamente veinte años, los vehículos ya aportaban un considerable avance en seguridad (hablo por mi mismo). Comenzaron a llevar de serie partes esenciales y necesarias para aumentar la tranquilidad de los conductores. Las infraestructuras no estaban a esa altura, no acompañaban al aumento de la seguridad. Pero la administración comenzó a ver iluminada la puerta de los impuestos. El impuesto de circulación se quedaba corto y se reforzó con las ITV que, para más ‘inri’ se privatizaron, dejando claro el interés por la seguridad. Y se concedieron explotaciones de autopistas a sociedades lucrativas cien por cien. Las deficiencias en la conservación eran patentes, y los trazados se preocupaban por el abaratamiento más que por la seguridad. Aún hoy, hay autopistas de peaje peligrosísimas, pero se acallan sus deficiencias para que los propietarios no den explicaciones a las autoridades.  La vida humana vale menos que sus impuestos.




      Trasladamos esto a la industria y los servicios y pasa lo mismo. Los particulares, autónomos, pymes, todos tienen obligaciones que no cumplen en los mismos casos los edificios y servicios de la administración. Pongamos un ejemplo, el último. Ese invento de la eficiencia energética en las viviendas y locales para su venta o alquiler, si se aplicara a los edificios públicos, ya me dirán si serían compatibles con el consumo de calefacción, iluminación, insonoridad, accesibilidad y otras cosas si se les aplicara el mismo sistema que a quienes engordan con los impuestos de los ciudadanos. ¿Seguridad y comodidad para el ciudadano? Si no hay impuestos, ni agua.

      Pronto se puede comenzar a hablar del aire que respiramos. Entonces  Virgin puede ser la oficina de emigración del futuro.