Los
Foros de El País
Este diario
es casi ya una caja de sorpresas.
Nacido como
apoyo y ensalzamiento de la democracia post-franquista, parecía presentarse
ante los españoles con ansias de cambio, como una voz fiable y convincente,
explicando a los ciudadanos los acontecimientos políticos que tímidamente se
iban produciendo. Pero pronto dejó de ser esperanza de la verdad para
convertirse en el negocio redondo. Yo te alabo tus ideas políticas y tu me
engordas la cartera: favores prestados.
No hay como
arrimarse al poder. Lo demás es cosas de despachos y de discreción, al menos
hasta que las cosas se consoliden.
Y esa
consolidación surgió por el camino de la enseñanza.
Toda una
vida estudiando con los libros del hermano mayor y de la noche a la mañana las
matemáticas dejaron de ser 2+2 para convertirse en Santillana. Y a la historia le pasó lo mismo, los Reyes Católicos
pasaron a ser Laicos, y las ciencias
debieron de convertir el H2O en Litrona
y la literatura descubrió que había una lengua materna, todo se convirtió en
posible Premio Nobel de la cultura nacional. La enseñanza española pasó de ser
cosa del régimen a mercantilizarse y politizarse (hoy nos rasgamos las
vestiduras por la posible privatización de la enseñanza, pero para mí que eso
comenzó a suceder tras descabalgar a
Suárez en la transición), y no pensamos en el calvario que tenía frente a sí el
estudiante español, agravado en las autonomías bilingües. Y si antes, a los
españoles, se les acusaba de poco cultos, ahora han pasado a ser incultos
directamente.
Sí, ya sé
que el españolito medio está mejor preparado que nunca, pero solo se le puede
dar una calificación de progresa
adecuadamente. Lo dicen los informes PISA año tras año, no lo digo yo. A
duras penas nos dan un aprobado raspado, o nos dejan pasar de curso para que no
nos sonrojemos en exceso.
Y el
negocio del libro nuevo sigue prosperando con un cambio anual. Y si se estanca,
se genera un nuevo sistema de estudios que dé cobertura a los intereses económicos y políticos, y se
pasa del Dios te lo pagará al ya hablaré bien de ti que tanto monta.
Ya te daré apoyo en tu campaña. Esto me recuerda al episodio protagonizado por
una entrevista de Iñaki Gabilondo a Zapatero y su tediosa crispación.
Así
transcurrieron los años ochenta y noventa, de sistema educativo en sistema
educativo. Y la enseñanza no mejoraba. Daba el pego, pero ni mejoraba ni
mejoró. Todos tenían que poseer un título universitario y progresar, sin saber hacia dónde, pero progresar. Dejó de ser interesante tener un oficio. La formación
profesional era un invento franquista sin futuro. Las Universidades Laborales
fueron perdiendo su función, donde los mejores profesionales se habían
convertido en los mejores profesores, y se fueron reciclando en santuarios culturales, incluso en sedes de alguna que
otra televisión autonómica y en sedes de organismos dependientes de formaciones
políticas.
¡A las
barricadas!... Digo, a los foros, que es lo que procede.
Porque los
tiempos adelantan que es una barbaridad, y la informática, Internet, nos trajo
un nuevo sistema de comunicación muy aprovechable en esto de la cooperación
participativa, aportando un valor añadido que pronto descubrieron los avispados
políticos y sus socios periodistas. Pero, como todo, si no viene impregnado de
negocio, no sirve para nada. Las empresas informáticas encontraron un negocio
que no podían desaprovechar: las redes
sociales. Además de negocio era un control de masas basado en la exaltación
del ego de cada uno de sus
participantes. Hasta hay quien enaltece su ego
para hacer el ridículo, para presumir, para engañar, para insultar, para
menospreciar. Incluso políticos se ponen en evidencia con carencia absoluta de
civismo. Pocas veces sirven para cosas
buenas, aunque se tengan buenas intenciones, son pocas las veces que estas se
llevan a cabo. Estas pocas son loables.
Los medios
de comunicación han visto un filón en esto y pronto abrieron canales de
participación, los foros.
Pasamos de Cartas al Director para expresar descontento,
quejas o reclamaciones a expresar alegremente opiniones mayoritariamente
desacertadas y poco constructivas, aunque de vez en cuando haya un rayo de
cordura y razonamiento.
Los
encargados de regular estos foros no parecen gozar de mucha profesionalidad que
se diga. Tal parece que los medios no se esmeran en buscar personas cultas y
conocedoras de cosas que sí parecen conocer ciertos participantes. Y, claro,
cuando algún moderador se encuentra de bruces con alguna materia que desconoce
su incultura le lleva a censurar el
desconocimiento. Teniendo y acumulando varias de esas anécdotas voy a narrar la
primera que me sucedió a mi mismo un lunes cualquiera de hace un par de años
por lo menos.
Resulta que por aquel entonces no
había restricción en la exposición de vídeos y fotografías. Luego las cosas se
torcieron y ya sabemos la situación actual.
En una de las noticias estrella
sobre un tema cultural, uno de estos ilustres moderadores se quiso hacer
protagonista y se convirtió en censor modosito ante una foto de una chica
seductora tumbada sobre un sofá. La pose se las traía, hay que reconocerlo,
pero el puritano censor no hizo consulta alguna sobre la procedencia de la
foto, se limitó a borrar sin más. Iba acompañada de un poquito de texto
aludiendo al tema cultural.
Cuando vi con sorpresa la falta de
mi opinión y expresé mi extrañeza por la anulación de esa opinión se me ocurrió
preguntar el por qué. No hubo respuesta, y como seguía considerando injusticia
volví a la carga a sabiendas de que el texto no podía ser la causa de la
censura, le hice ver al susodicho moderador metido a censor que aquella
bellísima fotografía formaba parte de un artículo de la portada del domingo, y
que si consideraba que no debía de estar formando parte de mi opinión, también
debiera de considerar hablar con la dirección para obtener de ellos la censura
en la noticia que ilustraba.
¡Sorpresa!
Mi opinión subsistió a la censura y
la foto se quedó con la opinión.
Una chorradilla, pero como esta hay
kilos de ellas que los moderadores tienen en su haber diariamente:
desconocimiento y falta de cultura.
Si no saben
de fotografía, te las borran. Si no saben de música, te lo borran, sea foto sea
vídeo sea texto musical. Si no saben de idioma raro, te lo borran salvo que sea autonómico. Si no saben
telegrafía, te lo borran.
Falta de
cultura.
¡Ay, amigo!
Si se trata
de un provocador nato dedicado en exclusividad a destruir opiniones ajenas
contrarias a su ideología, vemos como palabras que son simples calificativos se
convierten en insultos gracias a la acusada mente cultural desarrollada por los
moderadores que sacan a pasear su ego
y ponen en evidencia una clara aportación a la causa.
El diario
que nos comenzó con un estricto control de las opiniones, siendo muy rígidos
con los que eran críticos con el amigo político. Pocas veces se aceptaba un
alias, se hacía necesario nombre y apellido. Hasta que los foreros se dieron
cuenta que eso de identificación era un mero formulismo. Hoy, ni Pedro es
Pedro, ni fulano es tal y tal.
Ahora
mismo, en la actualidad, el sistema de participación está tan prostituido que,
aprendida la trampa, los mal llamados moderadores son irrelevantes. No moderan
nada y están convertidos en censores, que hacen más caso de chivatos y mala
gente, que tienen como único fin provocar
al incauto que, aunque no expresando nada diferente a ellos, son censurados,
incluso vaneados, y quedan impunes las provocaciones.
Es un gran dilema, como el de Zapatero.
Sabido es
que los clientes publicitados atienden al número de lectores, y que estos son
proporcionales a las intervenciones en los foros, últimamente bombardeados
con publicidad incipiente sin petición alguna y nada efectivo para el lector al
convertirse en molesto.
Ni Defensor
del Lector ni historias de moderación.
Siendo
niño, un amigo de estudios tomó el camino del periodismo. Con el tiempo
seguimos coincidiendo en vacaciones y hablamos irremediablemente de estos
temas. No somos ajenos a la sociedad.
Desempeñando
su profesión en un diario regional en el que yo participaba en los comentarios,
comenzamos a interactuar en varios temas. Me abrió los ojos a ciertos sistemas
en los temas que seguía en aquel medio hoy desaparecido, para regular y
aumentar las opiniones de los lectores.
¿Nunca se
han preguntado por qué hay noticias importantes y serias que están relegadas
por otras superficiales que se convierten en concurridas y polémicas?
Ahí es
donde interviene el sistema necesario
que cada medio conviene en sus reuniones de jefes, jefecillos, encargados y opinadores
principales que, a modo de cadena de favores van marcando el camino
a seguir.
¿Alguien
sabe los méritos necesarios para desempeñar la función de moderador?
Yo, no.
Mejor
dicho, sé lo que el amigo de infancia me ha querido decir, no lo que no puede
contar. Pero no es muy difícil de comprender.
Un
moderador, censor, debe de ser obediente y dócil al poder. Moldeable y
moldeable. Y si defiende la causa ideológica, perfecto. Ya puede disponer de lo
necesario para ir discriminando y haciendo amigos entre los foreros afines a la
causa sin que se note en exceso. Hasta puede construir un multi-nick,
defender ultras y defenderse a sí mismo.
Esto último
me recuerda que en un principio había una persona que insistía en esta cuestión
de estar en los foros con varios alias. Se supone que era su propia
experiencia. Hoy día sigue molestando a todos con uno de los nuevos alias que
tiene que usar cada vez que le quitan el anterior. Lo que no se sabe es cuales
otros son los que utiliza como provocador. Pero tiene quien le ayuda y lleva
otro número aproximado de alias, nicks, apodos o lo que quieran llamar.
Y si se
tiene en cuenta que hay propios periodistas y algún que otro político que, en
cuanto se dan cuenta que deben estar de incógnito, se montan su propio sistema.
El nuevo
sistema nominativo que trata de implantar el diario pretende terminar
con el anonimato de los nicks. ¡Qué ilusos!
Salvo
honradas excepciones, todos pueden utilizar el nombre y el apellido que crean
conveniente, a modo de seudónimo.
Si un
correo se puede abrir con el nombre que cada cual tenga a bien inventarse,
¿Cuántos correos y nombres se pueden usar en el nuevo sistema?
En cierta
ocasión el Defensor del Lector me confesó la impotencia que sentían para acabar
con estas cosas y que esperaban el buen hacer y el sentido común de los
participantes.
Con este
panorama, y desprendido de mi alias por iluso, aprendida la lección, me procuré
otro creyendo y esperando respeto. Y como no las tenía todas conmigo, me
procuré otros seis alias más, de los que uso asiduamente tres y me reservo los
tres restantes. Los provocadores no me pueden asociar al primer Nick, lo
que hace de lo más agradable mis intervenciones. Y eso que con el primero no se proferían
insultos. Pero molestaba que no me dejara magrear y que no opinara con
ideología afín a la suya sin con ello defender a los contrarios.
También me
he dedicado a abrir correos en los principales servidores utilizando diferentes
nombres. Ningún problema.
Como ha
quedado dicho, censor y moderador no son lo mismo. A los censores su ignorancia
les delata. A los moderadores la ignorancia les sirve para informarse y
acumular conocimientos extra a su saber.
Les voy a
hacer una pregunta a los responsables de los foros de El País, incluyendo al
defensor del lector. ¿Son inamovibles los apartados de Más opciones para notificar irregularidades a
los moderadores/censores? Supongo que no. La informática lo puede casi todo. Si
no se mejora es porque no se quiere. Ni siquiera para mejorar resultados.
Últimamente
las informaciones y contra-informaciones sobre los resultados económicos de
ciertos medios van saltando de noticia en noticia. Las componendas
sociales-políticas-económicas pueden dejar con el culo al aire al más plantado.
¡Cuidado!
La inoperancia de la derecha y de la izquierda puede abrir la puerta a
extremismos. No se puede pensar exclusivamente en…
El País, en
todos estos años, no ha arreglado la economía, la sanidad, la educación, la
sociedad de este país. Ni la política, ni el sindicalismo, ni la iglesia. Ni sus
propias arcas. Los Eres siguen presentes.
PD.- Hoy mismo hay una considerable crítica por parte de los foreros por el deficiente funcionamiento del sistema y por la permisividad de los provocadores.
Me parece una entrada muy lúcida. Al margen de la disección a la que sometes a un foro, en teoría de opinión, de un diario "izquierdista".
ResponderEliminarHasta los conceptos de antaño referidos a la política o tendencias, ahora no están definidos de forma clara.
Tu amigo seguro entiende algo de las razones finales de los foros, que como dices, se traduce en una publicidad que se va abriendo, más y más veces. Por contra, aquellas cartas al director ofrecían un espacio que en muchas ocasiones, aún con censura, te permitía tener una visión más ajustada al pulso del ciudadano. Porque la libertad de expresión debiera ajustarse a expresar con respeto lo que uno piensa.
Me ha gustado. Si no te importa, te seguiré. Así podré estar al tanto de tus entradas.
Orgulloso de que desees seguir el blog. Muchas gracias.
EliminarEn cuanto a la tendencia política, no soy yo quien dice lo que es, lo dicen ellos mismos al denominarle progresista de centro-izquierda. Era un referente en los años ochenta, durante el 'reinado' de Felipe González, al que tantas veces hemos votado por la ilusión de cambio que había en el ambiente. Algunos, como yo, quedamos un tanto desilusionados, tocados. Esta es una cuestión que queda para otros ámbitos. Aquí, como el título indica, quiero y deseo que cuente más lo que tu digas.